Raúl Albiol lo tiene muy claro: quiere jugar. En el Madrid de José Mourinho ha sido misión casi imposible. En año de Eurocopa necesita minutos, en otras palabras ser titular, o de lo contario no será uno de los 23 elegido por Vicente del Bosque.
Esas sensaciones siempre pensó reencontrarlas a muchos kilómetros de Chamartín por la vía de las apuestas en el mercado de fichajes. Málaga y Juventus han pensado en él. Tanto en uno lado como en otro aterrizaría con el consentimiento absoluto de sus posibles técnicos. En esos lares hay lagunas defensivas por cubrir urgentemente, si es con un campeón del mundo y Europa mucho mejor. Ahora que se presenta el momento de decantarse por uno u otro destino está a expensas del visto bueno de Mourinho.
El luso es poco partidario de perder jugadores por Navidad, véase el ejemplo de Pedro León al que hace una temporada por estas fechas le cerró toda escapatoria en forma de cesión. Prefirió su ostracismo en Valdebebas a que se sintiera importante en otro lugar. Con Albiol pasaría tres cuartos de lo mismo con el añadido que deberá recurrir a él por obligación. En Sevilla perdió de una tacada a su pareja de centrales titulares.
Pepe vio la roja por doble amarrilla y se perderá el arranque de la competición en 2012. Algo similar ocurre con Sergio Ramos. Su brega en el Sánchez Pizjuán le costó una rotura de fibras: tres semanas en el dique seco. Además Mou no sabe cuándo tendrá otra vez a Carvalho a su disposición.
Dicho lo cual para recibir entrado el nuevo año al Granada en el Santiago Bernabéu sus opciones se limitan a Raphael Varane y al propio Albiol. Hasta ahora las apariciones del ex defensa valencianista han sido escasas. Las lesiones junto a las prioridades de Mourinho han reducido considerablemente los minutos del que fuera indiscutible para Manuel Pellegrini. La Copa del Rey se presumía como su válvula de escape, pero los nervios le traicionaron. Poco expeditivo en el corte fue expulsado en El Toralín, lo que le impedirá vestirse de corto en la vuelta contra la Ponferradina.
Albiol fue una de las bazas electorales de Florentino Pérez en su vuelta a la presidencia blanca como abanderado de una españolización de la plantilla que a la postre no se ha producido. En su mente no figura otra idea que no sea estar en Polonia y Ucrania. Sin Carlos Marchena por las concentraciones en la Ciudad Deportiva de Las Rozas se ha convertido en una de las apuestas en linea de Del Bosque detrás de Gerard Piqué y Puyol, siempre y cuando sea importante en su equipo, algo que no ocurre, pero podría ocurrir con tantas bajas en el Real Madrid.
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