Granero no tiene sitio en el Madrid de Mourinho

Cuestiones más políticas que deportivas motivaron la vuelta de Esteban Granero al Real Madrid en el segundo mandato de Florentino Pérez. De algún modo había que justificar el difunto lema con José Mourinho de: canteranos, españoles y estrellas mundiales.

Granero tuvo repercusión con Manuel Pellegrini, pero Mourinho ha dejado una vez más a las claras que no cuenta con él, al no citarle para el partido ante el Villarreal. Figura misteriosamente en el parte médico por una fascitis plantar, aunque durante la semana se entrenó sin síntomas de lesión al mismo ritmo que sus compañeros. Ya no sorprende verle en la grada, por mucho que su técnico se llene la boca diciendo que es el más trabajador en Valdebebas y que es un ejemplo para el resto.

Las peticiones veraniegas del luso son un hándicap adicional que le apartan reiteradamente de las convocatorias. Es el último reducto de la mano de Jorge Valdano en el actual Madrid, después de las salidas de Sergio Canales y Pedro León. Las apuestas de fútbol por internet colocaban a Canales como hombre importante en el Valencia, pero una lesión de larga duración le hará perderse parte de la temporada.

Granero es una especie de futbolista en extinción. Amante de la lectura y los libros traslada su carácter bohemio al césped. Una anarquista sin libertad dentro de una libreta tan metódica como la de su actual entrenador.

Su participación residual le obligará a renunciar al sueño de todo canterano blanco: triunfar en el Santiago Bernabéu. La apertura del mercado invernal es una luz a la esperanza lejos de casa. Una opción firme es el Málaga, equipo revelación según las estrategias en apuestas. Durante la pasada visita de los blancos a la Costa del Sol fue uno de los temas tratados por ambas directivas. Pellegrini es un enamorado de su juego. Le quiso en el Villarreal, le dio vida en el Madrid y ahora no se olvida de él para su nuevo proyecto.

En un principio las posturas están muy distantes, según apunta el diario ‘As’. El Madrid ha tasado al Pirata en nueve millones de euros, mientras que los malacitanos habrían ofrecido en un primer momento casi cuatro millones. La Rosaleda le esperará con los brazos porque todo lo que sean motivos para acercarse a los dos grandes de nuestra Liga, siempre serán bienvenidos.