lunes, 8 de diciembre de 2008

Un clásico en plena crisis


A pocos días de uno de los partidos más esperados de la temporada, Real Madrid y Barcelona afrontan diferentes preocupaciones. Los blaugranas quieren hacer más segura su apuesta por La Liga, mientras que la entidad blanca busca algo de calma entre aficionados y dirección.

Antes del clásico ambos equipos tendrán que ocuparse de su apuesta europea, en donde el Barcelona, ya clasificado para octavos como primero de grupo, reservará a sus jugadores claves para el choque frente al Real Madrid. Por su parte el Real Madrid, también clasificado, pero no como primero de grupo, tendrá que convencer a la afición en el Bernabéu, que, a pesar del mal momento que pasa el equipo , el partido frente a los culés es una cita especial donde se debe olvidar todo lo pasado.

Es cierto que los de Concha Espina en estos momentos están a años luz del juego de los catalanes, quienes ya son temidos en toda Europa. Los de Guardiola acumulan unos números increíbles sobre el césped del Camp Nou, habiendo derrotado por goleadas a Atlético de Madrid o Valencia.

A parte de que todas las estadísticas no acompañen a los blancos, Casillas a encajado más goles que los equipos que actualmente ocupan los puestos de descenso, las lesiones están volviendo loco al preparador físicos club, Walter Di Salvo, al que ya se pone en duda. Las largas bajas de Van Nistelrooy y Diarra han mermado bastante al equipo, el cual ha recurrido a los fichajes de invierno para intentar salvarse de la quema, habiéndose hecho ya con los servicios del holandés Huntelaar.

Por todo esto, y sumando la expulsión de Robben en la derrota frente al Sevilla este fin de semana, Schuster no confía en la victoria de los suyos sobre la ciudad condal, cosa que sí hace el capitán Raúl. Esto deja claro la gran contradicción de opiniones internas, las cuales suelen surgir en momentos de crisis.

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