Holanda presenta su candidatura

La selección holandesa venció por 2-0 a Dinamarca en un partido en el que ninguna de las dos selecciones brillaron y que personalmente creo que estuvo marcado por el gol en propia puerta de los daneses. Como ya se sabía, Robben vio el encuentro desde la barrera y en su lugar entró Rafael Van der Vaart, quien estuvo muy poco fino de cara a portería. Los daneses demostraron que tienen poco que ofrecer en su apuesta por el Mundial 2010, aunque sí que hubo ocasiones en las que pudieron poner en duda el trabajo de la Naranja Mecánica. El segundo para Holanda lo marcó el jugador del Liverpool Dirk Kuyt tras recoger un rechace dentro del área.

Holanda presentaba mejor equipo, por lo menos con más jugadores que militan en las mejores ligas europeas. Por ello fue la selección que salió al ataque, con Dinamarca esperando atrás y con Bendtner como hombre en punta. El delantero del Arsenal llegaba tocado a la cita pero finalmente salió de titular. A pesar de su presencia, no dispuso de grandes ocasiones.

Tras una primera parte dominada claramente por Holanda pero con Dinamarca marchándose a vestuarios con buenas sensaciones llegó la jugada que marcaría el destino del encuentro. Un balón al área de Van Persie fue mal despejado por Simon Poulsen con la mala suerte de que tocó en Agger y acabó entre las redes de la meta danesa. Un duro golpe para un combinado que había salido con la cabeza más alta en la segunda mitad que en la primera. A partir de ahí Dinamarca perdió confianza y Holanda, con la salida de Elia al terreno de juego, encontró mejor la vía de ataque. El joven jugador del Hamburgo es un diamante en bruto, si dispone de minutos seguro que será noticia en el mercado de verano.

Fue concretamente Elia uno de los protagonistas del segundo gol. Sneijder habilitó al del Hamburgo dejándolo solo frente a Sorensen pero su disparo se estrelló en el palo, llegando Kuyt desde atrás y materializando el gol de la sentencia. La empanada mental de los defensas demostró la poca confianza del bando dirigido por Morten Olsen. En el otro partido del Grupo E, Japón venció por la mínima a Camerún.